Así por lo tanto la sintomatología de este trastorno puede ser muy dispar, y las personas que sufren este trastorno no tienen por qué haber sufrido ellos mismos la experiencia traumática directamente, también puede sucederle a personas que hayan sido testigos, que hayan tenido noticia de los hechos, conocimiento o detalles repulsivos de los acontecimientos traumáticos.

Varios son los síntomas que pueden presentarse en este trastorno:

- Tener recuerdos recurrentes, angustiosos y/o intrusos de los hechos traumáticos.

- También puede suceder que estos recuerdos vengan a través de sueños o pesadillas, con contenido similar o relacionado con el trauma.

- En determinados momentos la persona puede llegar a comportarse como si los hechos traumáticos se estuviesen repitiendo, estuviesen sucediendo en ese mismo momento o incluso como si los estuviera reviviendo.

- Sentir malestar, psicológico o fisiológico, al exponerse a situaciones o estímulos iguales o similares, o que estén relacionados con el trauma, ya sea de manera directa o simbólicamente.

Debido a estas cuestiones la persona que sufre este trastorno:

- Evita o suele evitar todo aquello que esté relacionado o le recuerde a los sucesos traumáticos, como pensamientos, recuerdos, sentimientos, lugares, objetos, personas, etc.

Además estas personas suelen tener problemas cognitivos y del estado de ánimo, como los siguientes:

- Ser incapaces de recordar aspectos importantes del suceso traumático.

-Visiones muy negativas y exageradas sobre uno mismo, los demás o el mundo ("el mundo es un lugar horrible", "la gente no es de fiar", etc.)

- Acusarse a sí mismo o a los demás de las consecuencias de los traumas.

- Estados emocionales persistentes de miedo, terror, culpa, enfado, vergüenza o tristeza.

- Pérdida de interés en participar en actividades que normalmente solían ser importantes para la persona.

- Desapego hacia las demás personas.

- Dificultad continua y persistente para sentir emociones positivas, tales como felicidad, satisfacción o amor.

A todo lo dicho se le debe añadir que estas personas suelen experimentar:

- Irritabilidad y arrebatos de furia.

- Comportamientos imprudentes y autodestructivos.

- Hipervigilancia, respuestas de sobresalto, problemas de concentración, y alteraciones del sueño, como insomnio, sueño inquieto o sueño interrumpido, es decir, despertarse a mitad del sueño y no poder dormir de nuevo.

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Como puede apreciarse la sintomatología es muy amplia y diversa, y la persona que sufre de este trastorno no tiene que padecer todos los síntomas descritos, basta con una parte de ellos. Si te sientes identificado o identificada con este trastorno o crees que alguien cercano lo padece, no dudes en contactar con nosotros, podemos ayudarte y juntos podremos solucionar el sufrimiento que padeces.